jueves, 30 de octubre de 2008
Los buenos viejos tiempos
¿Todas? No, unas pocas resisten al avance de la tecnología, dispuestas a permanecer mientras el cuerpo aguante. Este interesante artículo nos muestra como es la vida dentro de estos antros de la cultura...
lunes, 13 de octubre de 2008
¡Lo que hay que oir!
A finales del siglo XVII las Provincias Unidas (Holanda) era una de las más grandes potencias del mundo. Su poder se asentaba sólidamente en la fuerza de sus comerciantes, que habían poblado los mares del mundo con sus barcos, más veloces y grandes que los de ningún otro país. Era, en todo el sentido de la palabra, una potencia global, que seguía con tanto interés la evolución de los precios en Rusia como las luchas de poder en China. Por ello, se veía obligada a mantener enviados diplomáticos en los más lejanos y exóticos lugares del ancho mundo.
En uno de los países más alejados de Holanda, en el magnífico reino de Siam, el embajador holandés entretenía al rey y su corte con los relatos del país del que venía. Le escuchaban asombrados, sorprendidos por lo que descubrían a través de sus labios sobre aquel lejano lugar. En medio del sofocante calor de esas latitudes, les contó que en su tierra, en la época en que bajaban las temperaturas, las aguas llegaban a solidificarse de tal manera que los hombres podían caminar sobre ellas. Incluso un elefante, si en Holanda los hubiera, podría cruzar las aguas.
Para los oídos de Su Majestad, aquello fue demasiado. Indignado por el atrevimiento del embajador, le dijo: «Hasta este momento he creído las cosas extrañas que me has relatado, porque ví en ti un hombre sensato y de honor; pero ahora estoy seguro que mientes.»
En Juan Pimentel, Testigos del mundo. Ciencia, literatura y viajes en la Ilustración, pág. 30, Marcial Pons Historia, 2003.
viernes, 10 de octubre de 2008
¡AL FIN!
miércoles, 8 de octubre de 2008
Polvo de estrellas
desde que, de repente,
tuvimos una conmoción
sexual sorprendente.
La noche se nos puso a cien
señal que funcionamos bien.
Lo nuestro fue polvo de estrellas
una conmoción entre una diosa y un mortal
lo nuestro fue telepatía,
sólo tuya y mía
un lenguaje personal.
Y desde entonces pienso en ti,
tú me has dejado huella.
Y desde entonces pienso en ti,
en ti polvo de estrellas.
Me estoy volviendo del revés,
con los pies hacia el cielo.
Y la cabeza se me va
tras de ti, de tu anzuelo.
Y voy tragando cada vez,
tu dulce cebo como un pez.
Lo nuestro fue polvo de estrellas
una conmoción entre una diosa y un mortal
lo nuestro fue telepatía,
sólo tuya y mía
un lenguaje personal.
Y desde entonces pienso en ti,
tú me has dejado huella.
Y desde entonces pienso en ti,
en ti polvo de estrellas.
martes, 7 de octubre de 2008
La bailarina
jueves, 2 de octubre de 2008
De una vieja amiga (de quién hace tiempo que no sé nada) sobre los amigos
para acariciar las estrellas;
cuando un día descubrí
que las verdaderas estrellas
están conmigo."
miércoles, 1 de octubre de 2008
¡ME HAN SUBIDO (UN POCO) EL SUELDO!
