¡Toma campanada! Brasil, la única selección que ha estado presente en todos los Mundiales, el equipo por excelencia en esto del fútbol, ha caído. No vi el partido (porque estaba currando), de modo que no puedo hablar de él. Me han contado que fue un partidazo, por la intensidad más que por el juego, y por cómo Holanda apretó, tras un inmerecido empate, hasta meter el segundo.
Posiblemente habrán salido varios periodistas diciendo que cuando Brasil se ha encontrado un equipo de verdad no ha sido capaz de superarlo. Yo no estoy de acuerdo en absoluto. Brasil estaba demostrando que iba a por el Mundial, pero nunca antes habían carecido tanto de figuras mundiales que pudieran desequilibrar un partido. Así que han tenido que adaptarse y jugar como un equipo. El repaso que le dio Brasil a Argentina en Buenos Aires hace 10 meses (yo vi ese partido) fue monumental.
En cuanto a Ghana contra Uruguay (tampoco vi el partido), digna de elogio la mentalidad de los de Ghana. Uruguay estará dando las gracias a Dios. No recuerdo que lo que pasó haya ocurrido antes en un Mundial. En el minuto 120 de partido, y con 1-1 en el marcador Ghana falla un penalti. En la posterior tanda pasa Uruguay.
La verdad es que me tengo que tragar mis palabras, ya que hace dos días escribí en este mismo blog que la semifinal Brasil contra Uruguay estaba cantada. Pues a punto estuve de equivocarme en los dos. Pero bueno, uno no es infalible.
Y llegó el sábado. Argentina contra Alemania. El partidazo del Mundial hasta ahora. Éste sí que lo vi enterito. ¿Y qué pasó? Pues lo que tenía que pasar. Maradona se acostó pensando qué chorrada les iba a decir antes del partido a sus jugadores. Algo así como “salid y demostrad que sois Argentina”. Löw se acostó pensando en que sus jugadores tuvieran claro cómo había que jugar, puliendo sus notas con los 18 partidos que se podían plantear y que ya había explicado a sus jugadores: el partido en el que empiezan perdiendo en el minuto 5, el partido en el que al descanso van 0-0, el partido en el que pierden 2-0 en el minuto 60, etc. Las decisiones de Löw estaban tomadas de antemano.
El planteamiento de Maradona, lamentable. Un portero y cuatro defensas, hasta aquí bien (al menos no sacó dos porteros). A partir de ahí ya todo mal. Alemania sacó un nueve, Klose, dos jugadores con llegada y recorrido que iban a encargarse de presionar arriba para robar rápido, Müller y Podolski, y en el centro tres jugadores que iban a encargarse de robar si los argentinos eran capaces de sobrepasar la primera línea de presión. ¿Y qué hace Maradona? Pues saca dos delanteros, donde Tévez presionaba más la salida del balón que Higuaín, con Messi en la mediapunta y dos extremos como Di María por la izquierda y Maxi por la derecha. Es decir, Mascherano solo en el centro del campo contra tres alemanes. Maxi y Di María posiblemente tenían órdenes de apoyar a Mascherano en defensa y de abrirse a la banda en ataque. Puestos a pedir podría haberles pedido que además ayudaran a sacar el balón jugado y que fueran dando volteretas por el campo.
Además, Löw se guardaba un pequeño as en la manga: Schwensteiger. Un jugador que tanto en el Bayern como en la selección alemana juega casi en la media punta. Tiene mucha llegada, con lo cual sorprende entrando desde segunda línea, buen disparo de larga distancia y es capaz de recorrer muchos kilómetros a lo largo del partido. Un jugador maravilloso, sobre todo para una selección como Alemania. ¿Y qué hace Löw? Le pone en el centro del campo, haciendo que un gran jugador se quede en un buen jugador, al menos a priori.
En el primer partido de Alemania, que ganó 4-0 creo, me di cuenta de que Schwensteiger no perdía nunca la posición, siempre permanecía en el centro. Ayer por fin vimos por qué. Alemania no es un equipo de una calidad extrema, pero sí le vale para llegar a cuartos. Una vez ahí los detalles ganan en importancia. Si el partido se pone cuesta arriba Löw hace lo siguiente. Mete a Podolski más arriba, pasando a jugar con dos delanteros, y sube a Schwensteiger. Gana un cambio, de modo que consigue una variante táctica interesante sólo cambiando la posición de sus jugadores. Lo que ocurre es que esto mismo también lo puede hacer si el rival tiene que ir a por el partido, como le ocurrió a Argentina, cosa que ocurre cuando en cuartos te empiezas a encontrar con aspirantes de verdad al Mundial. Se abren huecos en defensa y entonces Alemania cambia el sistema, pasa de tener a tres en el centro, a dejarlo en dos (que eso sí, no pueden perder la posición jamás) para salir al contraataque como balas, dando libertad a Schwensteiger. Eso sin necesidad de mover el banquillo. Lo pudimos ver en el tercer gol, donde el alemán hizo un jugadón, se fue de tres argentinos, y le dio el pase de la muerte a Friedrich, que no sé ni de qué juega, pero es un hecho que permite ver que tras el 2-0 los alemanes tenían muy claro lo que debían hacer. Llegaban con cuatro o cinco en cada jugada. Este tercer gol lo metió Friedrich pero seguro que por ahí andaban Müller, Podolski o Klose. De hecho, el segundo gol de Alemania lo metió Klose totalmente desmarcado metiéndose con el balón en la portería. El que tenía que marcarle se había ido arriba, quizá era pronto y quedaba tiempo, pero cuando eres Argentina y pierdes 1-0 en cuartos de un Mundial, el cuerpo te pide irte al ataque.
En serio, no me puedo creer que esto, que sé que a toro pasado es muy fácil, un entrenador de verdad no lo vea antes del partido. Es increíble. Por cierto, lo de los alemanes es para quitarse el sombrero. Klose no es titular en el Bayern, pero le pones la camiseta alemana y parece que tienes a Torpedo Müller en la delantera. No hago la comparación porque sí. Los que sepan un poco de historia del Mundial sabrán por qué le comparo con Müller. Al final del artículo lo digo en una post data. Podolski lo mismo, fracasó en el Bayern, pero ahí le tienes, se transforma cuando juega con su selección. Mucho más cuando se trata de un Mundial. Cuando los demás equipos se ponen nerviosos, alemanes e italianos se convierten. Algo inexplicable en el fútbol, ya que el miedo a ganar atenaza a los equipos.
Y unas horas después España contra Paraguay. Los paraguayos eran conscientes de sus muchísimas limitaciones. Así que salieron pensando que el partido, como mucho, iba a tener un gol, el suyo. Con 1-0 en el marcador para España no fueron a por el partido. Fueron los minutos más tranquilos de España, cuando debería haber sido al revés.
Pero hablemos ahora de España. Mal partido. España se ha plantado en semifinales como nunca habíamos pensado, jugando mal y con suerte, marcando seis goles en cinco partidos, y recibiendo sólo dos, vamos, a la italiana. Lo cual me gusta. Me gusta porque creo que tiene que llegar el partido en el que se enchufe Iniesta. Y como Iniesta se enchufe ni Schwensteiger, ni Klose, ni nadie va a poder pararlo. Si Xavi, que cada vez está jugando mejor, juega bien, y Villa y Casillas hacen lo que están haciendo, tendremos posibilidades.
Ellos son los favoritos. Por todo, por historia, porque han arrasado a Argentina en cuartos, y porque en Alemania tienen sed de venganza por lo de la Eurocopa. Sólo pido una cosa, por favor, que del Bosque les ponga el vídeo del partido de hace dos años y les diga a sus jugadores “¿Recordáis este partido? Pues olvidadlo, porque el próximo no va a tener nada que ver”.
Los once que salten deben ser los mismos que contra Portugal y Paraguay. No tiene nada que ver con meter a los mismos que nos han llevado hasta aquí. Tiene que ver con que la batalla es en el centro del campo. Iniesta, Xavi, Xabi Alonso y Busquets nos dan ventaja en el medio campo. Además, no tenemos buenos extremos. Navas y Mata no deberían pisar el campo contra los alemanes. No dan la talla. Silva, por el contrario, apenas ha jugado, no entiendo el porqué. Contra Alemania debería ser el cambio vaya como vaya el partido. De hecho, yo le metería de inicio por Torres. Llorente también da variantes. Será importante quién va a cubrir las subidas de Lahm cuando éste se incorpore al ataque. Supongo que será Alonso. Iniesta debería ser el que aproveche las subidas del lateral alemán, porque dejará huecos. Silva, si juega, es el otro candidato.
Si España gana este partido habrá hecho historia. Será la primera vez que una final de un Mundial no tiene ni a Brasil, ni a Argentina, ni a Alemania, ni a Italia. Creo que el que gane este partido ganará el Mundial.
P.D. Klose, un delantero no especialmente bueno, ha igualado con 14 goles en fases finales de un Mundial a Torpedo Müller. Está a un solo gol de Ronaldo, que lleva 15. Y le quedan dos partidos en este Mundial.
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