jueves, 17 de junio de 2010

Un nuevo Mundial...

Empieza el paraíso para los futboleros. Un mes de pasión y partidos continuos, en el que hay que ver todos los partidos. Hasta un Ulan Bator-Suazliandia tendría interés en un Mundial. Y Jaime ha decidido dar su versión sobre el que ahora nos ocupa.

Un nuevo mundial, el número 19. El primero se jugó en Uruguay en 1930. Y lo ganó Uruguay. Varias de las selecciones europeas que hoy día consideramos “clásicos” de los mundiales no acudieron a esa primera edición por la razón más vieja del mundo: el dinero. El coste de trasladar a Uruguay a los jugadores durante un mes era demasiado. Así, Italia o Alemania no participaron en la primera cita mundialista.
El caso es que tras esa primera edición hubo otras 17. En total siete campeones mundiales a lo largo de la historia, tres en América (Uruguay, Brasil y Argentina) y cuatro en Europa (Italia, Alemania, Inglaterra y Francia).
Como siempre me han gustado las películas que empiezan fuerte empezaré dando mi favorito, que siempre parece que si uno no se moja, no dice nada. Mi favorito es Alemania. Las razones las diré otro día.
Este mundial, como todos los que se han jugado desde que tengo uso de razón futbolística, será malo. Seguramente será emocionante, podremos ver todos los partidos por la tele y, para los finalistas, será la leche. Esto, claro está, desde el punto de vista del espectador.
Porque si hablamos desde el punto de vista del entrenador, es bastante probable que sea, si no el mejor, uno de los mejores. En el fútbol hay una clara tendencia a pensar sólo en la segunda mitad del invento, el ataque (todos preferimos un 4-4 a un 0-0). Y dejamos de lado la primera, la defensa. La gente suele tener la extraña convicción de que atacar bien es muy difícil, pero que defender bien está chupado. Ya se sabe, las delanteras ganan partidos, las defensas ganan campeonatos.
Pero volvamos al Mundial de Sudáfrica. Un Mundial con su grupo de la muerte (con Brasil, Portugal, Costa de Marfil y Corea del Norte), con su mejor jugador (Leo Messi), con su campeón de la Eurocopa dispuesto a dar mucha guerra (España) y con todo el mundo esperando los cruces de octavos, cuando empezará lo bueno.
Un pequeño detalle en el que yo llevo varios mundiales fijándome ya que me parece entretenido. El futuro balón de oro será un integrante del campeón del mundo. Cierto es que en las épocas de Pelé y Maradona el balón de oro sólo era para los europeos, pero yo creo que es una norma no escrita, que para ganar el balón de oro hacen falta títulos, y por encima de todos hay uno, que es el Mundial. Si no, el balón de oro sería para Guti, que al parecer en los entrenamientos se sale. Eso decía Ronaldo (el gordo, el máximo goleador de los mundiales).
Aunque hubo una excepción, en 1974 el mítico Kaiser, Franz Beckenbauer, ganó liga, copa de Europa y mundial. Pero el balón de oro no fue para él. Se lo ganó un holandés. Un tal Johan.
Que ruede el balón…