martes, 10 de junio de 2008

Y parece que fue ayer

Hoy hace cuatro años el avión despegaba por última vez del aeropuerto. Se acababa la etapa más intensa de mi vida, donde más aprendí y sentí. Liverpool se volvía cada vez más pequeño y lejano a medida que cogíamos velocidad, y ni tan siquiera la compañía de Alexandra a mi lado podía mitigar la tristeza que sentí.
Lamentablemente, durante años he vivido cohibido por el recuerdo de aquellos días, sin darme cuenta de que mi vida seguía y podía encontrar en cualquier parte lo que ahí había encontrado. Hoy, por fin, empiezo a vivir no con la mirada fija en el pasado, sino a partir de lo que aprendí, para seguir siendo feliz y experimentar nuevas cosas. Hoy me abro como entonces lo hice, y descubro que el mundo es mucho más amplio de lo que pensaba. Pero no olvidaré que todo empezó en aquello días de Liverpool, que haca hoy cuatro años terminaron.

«Liverpool 10.06.04 03:45 a.m.
Bueno cariño,

Ya ha llegado ese momento que tanto miedo nos daba pensar, pero creo que pese a la parte tan triste que tiene, hay algo que no nos podemos negar, y es que me encanta pensar la cantidad de cosas que nos llevamos (una maleta llena de tantos y tantos momentos, creo que tendremos que pagar bastante por exceso de equipaje en Easyjet). Como siempre digo, podemos considerarnos afortunados por habar podido vivir una experiencia así, debería ser una asignatura obligatoria en la carrera de la vida, hemos aprendido tanto... de la vida, de otras culturas, de nuestra propia cultura, pero sobre todo de nosotros mismos, y eso es algo que no tiene precio, ya que no nos lo puede quitar nadie.
Por esos momentos tan alegres, por esos no tan alegres, por esos momentos de risas, por esos de lágrimas, por esos filosóficos, por esas fiestas, por esas noches en el Cavern, por esas noches en el Scream, por esas sesiones de cine, por esos cafés (coca-cola para ti), por las canciones de Álex Ubago en momentos de depresión, por los sobres de pasta del Lidl, por el 3º C, por la gente de la Borden, por la gente de St Andrews, por la gente de Liverpool, por todos esos momentos que me has escuchado y me has ofrecido tu hombro para llorar, por mi forma de bailar, por el April’s fool, por el bar cutre donde trabajo, por esos momentos de viciada a la “play”, por todo el apoyo que me has dado, por lo mucho que vales, ... y por mil y un momentos más que podría escribir siempre vas a estar en un lugar muy especial en mi corazón, y eso no va a cambiar. Cuando miremos atrás y nos acordemos de Liverpool ‘03-’04 lo haremos con una sonrisa, pese a que hoy las lágrimas te impidan ver el sol. Así que quedate con esta frase que Maider me dijo un día:

DON’T CRY BECUASE IT’S OVER,
SMILE BECAUSE IT HAPPENED

No tengo palabras más grandes, y me da la sensación de que todo lo que pueda poner se queda corto al expresar lo que significas para mí, así que espero que esto se aproxime...
TE QUIERO
Para siempre,
Mamen.»

1 comentario:

ROSA ALIAGA dijo...

es genial que lo único que no exista sea el olvido, como decía Borges