jueves, 24 de julio de 2008

Unas cañas

Hacía tanto tiempo que ni tan siquiera sabía cuanto los echaba de menos. He pasado meses sin ellos, aguantando con nuevos amigos mis desamores, esperando paciente a que acabaran sus oposiciones. Casi hasta los había olvidado, quedando en algún punto intermedio entre mis recuerdos y mis sueños.
Pero bastó una noche, la semana pasada, para volver a reir con ellos y pasármelo como hacía tiempo que no lo hacía. Unas cañas en lo alto de un edificio cerca de la plaza de Tirso de Molina, en esa maravilla medio escondida medio adorada que es la Casa de Granada, para darme cuenta de cosas que ni me había parado a pensar.
Que maravilla volver a disfrutar con vosotros. Espero muchas más noches como esa.

1 comentario:

ROSA ALIAGA dijo...

la casa de Granada es uno de mis sitios preferidos de Madrid, y las alhambras fresquitas, que ricas!!!!